domingo, 20 de diciembre de 2009

Un principio... y un final.

Todo empieza siendo un hermoso cuento de hadas, algo que imaginamos perfecto, que vamos poco a poco... idealizando.
Pasa el tiempo, y tú sigues con los ojos cerrados chocando contra las paredes, pero de eso no te das cuenta. Sólo te das cuenta de que le quieres, y no te importa nada más.
Golpe tras golpe, acabas por no levantarte. Es él el que te levanta una vez detrás de otra, y, poco a poco, vas dependiendo de su luz, de su fuerza. Llegará el momento en el que ni siquiera sepas respirar si no te dice como hacerlo...
Es entonces cuando abriras los ojos, pero ya será demasiado tarde. Sigues chocando contra la pared, comprendiendo que él es la pared contra la que te golpeas; él es el muro que tantas heridas te ha causado. Ya lo sabes, y ahora... ¿qué vas a hacer? ¿Irte, sin más?
Bien sabes que no eres capaz de levantarte sola, él te lo ha repetido una vez tras otra...
¿O sí lo eres? Si no lo intentas, jamás lo sabrás...
Huye. Vete, lejos, muy lejos. Escapa.
Tú podrás levantarte sola, y lo sabes. Ya no habrá más paredes contra las que chocar; no habrá quien te diga que no puedes lograrlo. Porque todo es posible si tú te lo propones... y tú ya te lo habías propuesto hace muchísimo tiempo, sólo en tu fuero interno, ¿no es así?
Pues realizalo. Huye.
Sonríe.
Este es el final de un "vosotros", no de un "tú".
Huye.

sábado, 19 de diciembre de 2009

¡A la de tres!...

Uno... Dos...y... ¡Tres!
Que bien te escondiste...
¿Dónde estas? Porque no te veo...
Yo sigo aquí, jugando debajo de la lluvia, con los ojitos cerrados solo a medias para ver si consigo verte entre la oscuridad.
Pero no lo consigo...
¿Te fuiste? ¿Te cansaste de jugar? Yo seguiré buscándote, por si acaso sigues escondido, esperándome para darme un susto y cogerme entre tus brazos, como si fueramos dos niños chicos. Me gustaría que salieras de una esquina y me dijeras que nos fueramos los dos a escondernos, pero juntos...
Pero el tiempo no se detiene, sigue su camino, y tú sigues sin estar aquí. ¿Sigues escondido? Porque yo te sigo buscando...


viernes, 18 de diciembre de 2009

Mantenlo en silencio...

¿Qué no me quieres?... Lo sé.
Pero miénteme.
Dime que me amas con locura, e inventate una excusa por la que yo no debo amarte.
Haz que aquella tarde quedará en eso... en una tarde sin más...
Hazme olvidar tus besos, esos besos que se me clavan dentro y no me dejan respirar... Aquellos entre los que dijiste te quiero sin sentirlo...
Miénteme. Dime que me amas.
Los dos sabemos que es mentira, que jamás llegaste a sentir nada por mi... ¿qué más da? Eso no me hará sentir mejor... Pero sí imaginarme que me amas e imaginar mil aventuras por las que jamás podré corresponderte... aunque lo haga, en lo más profundo de mi.
Miénteme. Lo necesito.
Como la droga, sin más... Necesito mentirme a mi misma, necesito creerlo...

Necesito seguir pensando que volverás, que no fue sólo... necesito seguir pensando que eres algo más. Aunque dentro, muy dentro de mi, ya haya comprendido que todo acabo tal y como empezó, sin aclarar nada... Sin explicaciones.
Seguiré recordando. De recuerdos se vive.
No me mientas más... Simplemente, cállate. No me digas nada. No necesito oirlo.